Las navidades
lunes, 23 de noviembre de 2009
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Falta prácticamente un mes para que se inicie ese complicado período del año que son las fiestas de Navidad. Y sigo sin tener claro que es lo mejor para un enfermo de Alzheimer. ¿Celebrarlas o no celebrarlas? Ya sé, ya sé. Todo depende del nivel en el que se encuentren, de su capacidad de aguante y de sus circunstancias. Cada historia es un mundo. Lo digo en casi todas las entradas. Así es. Pero supongo que debe haber un denominador común entre todas las personas afectadas de esta enfermedad, cuando se encuentran ante ciertas épocas del año -como pueden ser por ejemplo agosto o las navidades-. Por eso que exponga aquí este tema y me pregunte, ¿en qué medida afectan esos días festivos a nuestro ser querido? ¿Les afecta sólo por que supone una larga alteración de la rutina a la que están acostumbrados, o también en algunos de ellos por la carga emocional de lo que las fiestas representan?
Al factor Alzheimer se le junta, en el caso de mi madre -que es el de muchas mujeres con demencia-, el hecho de que serán las segundas navidades que pasa sin su marido. El año anterior fueron bastante duras para todos nosotros por su significado. Pero para mi madre, el no tener a mi padre a su lado la descolocó peligrosamente. Y me temo que este año podemos volver a ver un poco más de lo mismo. De ahí a plantearme el no celebrarlas y/o el intentar pasar por ellas de puntillas.
Por otra parte, me cuestiono si el ir recortando y eliminando fechas determinadas de gran significancia en lo que a tradición familiar y/o rutinas especiales se refiere, acaba por resultar más beneficioso o más desestabilizante para ellos. Sabemos que las rutinas son buenas, que el mantenerles unidos a aquellos rituales y actividades que les son familiares y habían sido habituales en su vida, les ayuda a seguir sintiéndose parte de esta realidad.
¿Pero cuánto hay que protegerlos emocionalmente?
Cada uno estará pensando ya en como organizar la celebración de sus navidades. Unos no tendremos ni idea de como hacerlo todavía, y otros repetirán fórmulas aprendidas en el pasado que les funcionan.
Es difícil tomar decisiones en ciertos momentos. Y este es uno de ellos.
Pienso que de hacer algo, cuanto más tranquilo y distendido, y menos estresante y movido, mejor. Que hay que ofrecerles un día o dos en el que de manera especial se vean rodeados de toda su familia y se sientan abrigados. Y que hay que tratar de no sobre estimularles visual y auditivamente. Crear el equilibrio perfecto no es sencillo porque nunca sabes como van a ir las cosas por muy preparado que estés. Por lo cual aún no estoy listo para tomar una decisión.
Seguiré pensando.
Lo que el corazón te dicte.....,piensa en la ilusión de ella y de sus seres queridos.
Siento que lo mejor es compartir con ella y sus seres queridos este momento y sentir el calor de los que la rodean. Pienso que es importante que no la privéis de este momento ni te prives, ante tu duda razonable. ¿Ella que opina?