Diario De Un Cuidador

Por fin parece que ha llegado 'La Primavera'. Los días de frío lluviosos, nublados y/o nevados, han retrocedido dando paso a la calidez del sol y el buen tiempo. Los pájaros cantan. Los árboles y las flores comienzan a despertar. Y todo da la impresión de estar iluminado por una luz muy especial: la de la vida y la creación.

Para los cuidadores, la primavera significa el poder hacer más cosas al aire libre. El no tener que quedarnos en casa toda la tarde porque oscurece pronto y hace frío. El disponer de más horas al día para sacar a nuestros enfermos a pasear. El que puedan y podamos cargarnos de energía con la fuerza del sol; fuente de vida tan necesaria para cualquier ser vivo. Y el que nosotros y ellos disfrutemos del aire cálido y limpio de la estación del nacimiento y la renovación. La primavera es una fuente ilimitada de grandes posibilidades.

Hoy hace un día fantástico en Barcelona. Desde que ha ido mejorando el tiempo también lo ha hecho mi madre. Salimos a la calle y sonríe. Respira hondo y la siento revivir. Y me dice lo contenta que está. Estaba ya cansada de pasarse las tardes metida en casa y de ver como a las cinco y media ya oscurecía. Está mucho menos deprimida. La luz le alimenta y el calorcito le llega hasta su alma. Este ha sido, al menos aquí, un invierno muy largo, demasiado largo y pesado diría yo.

Deseo a todos los cuidadores del mundo y a sus enfermos, una estación llena de magia y de felicidad, de muchos paseos, de sentarse en un parque y de ver la naturaleza despertar, de sonrisas, de tranquilidad y de muchos milagros. La vida en sí ya lo es. Os lo merecéis.