La agenda
jueves, 10 de diciembre de 2009
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Cuando te encuentras al cuidado de una persona afectada tanto de Alzheimer como de cualquier otro tipo de demencia o enfermedad en la que se produce un deterioro cognitivo, es imperativo que seas lo más organizado, práctico y resolutivo posible. Cuánto más estructurado lo tengas todo, más "fácil" te será gestionar su cuidado, y más "cómodo" y rutinario le resultará su día a día a tu ser querido. El cuidador se convierte así, desde el instante que adopta ese rol, en no sólo una especie de secretario/ayudante de cámara, si no también -y más importante- en la memoria de esa persona. Si tú te olvidas de algo que hay que hacer, generalmente también lo hará la persona.
Desde que me encargo de mi madre he contado con una agenda dedicada única y exclusivamente a sus cosas. Una agenda que en todo momento tengo en un lugar a la vista para que ella se pueda sentir partícipe de la organización de su tiempo y disponga de la oportunidad de consultarla cuando guste. No poder acceder a ella le haría sentirse que ya no tiene control sobre su vida. Y por eso que me parezca importante que la sienta suya aunque yo se la lleve. A veces organizo sin decirle nada hasta el mismo día que tenemos algo que hacer (para no generarle más estrés, angustia o que se obsesione durante los días previos a una fecha concreta queriendo no olvidar una cita o un quehacer). Y en otras ocasiones lo hago junto a ella (dándole un cierto poder de decisión sobre ciertas acciones). Cuánto más a su disposición siente el acceso a esa información, menos interés tiene en consultar la planificación y menos se obsesiona por ella.
En su agenda lo apunto todo. Y preveo y me adelanto a sus futuras necesidades como pueden ser: médicos, dentistas, comidas familiares, visitas de amigos, revisiones, tomas de medicación y cambios, peluquería, cumpleaños de hijos y nietos, papeleo por hacer etc. También tengo en ésta los números de teléfono importantes, las tarjetas de los comercios del barrio que te traen la compra a domicilio (por si un día no puedo bajar a la calle), una copia de su DNI y demás elementos que puedan serme/serle necesarios.
La agenda se ha convertido en mi apéndice y generalmente voy cargado con ella a todas partes. A mí me ha ahorrado muchos dolores de cabeza y me ha simplificado enormemente mi trabajo. Si no cuentas con una te lo recomiendo. Todo lo que sea facilitar el trabajo del cuidador, bienvenido sea.