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Exploración (o evaluación) neuropsicológica 2

lunes, 30 de noviembre de 2009 Leave a Comment


Elisenda del ISPA me ha enviado la segunda parte de la información que le pedí acerca de todo lo relacionado con la exploración (o evaluación) neuropsicológica, para poder completar mi entrada sobre el tema.

De nuevo, muchas gracias.

La exploración neuropsicológica se hace también en grandes hospitales, por la seguridad social, a petición del neurólogo. El problema está en que la lista de espera puede ser de meses, y en este tipo de enfermedades el tiempo corre en contra. Cuando la exploración se realiza de manera privada, tiene un coste. La visita, de entrada, es larga y detallada. En ésta se recogen los datos. Después estos datos se tienen que corregir y elaborar un informe, presentarles los resultados a la familia y asesorar sobre cual es el mejor plan terapeútico. Si sumas las horas (el cómputo de los datos puede ser muy laborioso), fácilmente te salen unos 250-300€. Según la tabla de honorarios profesionales marcada por el Colegio de Psicólogos, el precio de un informe neuropsicológico es de 349,53€. A partir de esta referencia, cada uno pone su precio (normalmente un poco más bajo).

Nota personal: Por lo que yo he visto, tras haberle realizado a mi madre 3 estudios distintos (ISPA, Dexeus y Quirón), y haberme informado de precios en diferentes centros médicos, los precios oscilan entre los 100€ y los 500€. Ten en cuenta que un precio más caro no significa un estudio (o valoración) mejor.

Por lo que hace a la ruta que le lleva a una persona a visitar un neuropsicólogo, dependerá del caso. Según la patología, puede ser el psiquiatra, el neurólogo u otro profesional el que solicite la exploración. Normalmente se trata de una exploración complementaria para la realización de un diagnóstico que hará un médico. El neuropsicólogo no diagnostica en el sentido estricto de la palabra, si no que describe objetivamente el estado cognitivo para que otro profesional, juntamente con los datos aportados por otras pruebas, haga el diagnóstico final. En el caso del Alzheimer, quien guía el proceso diagnóstico es el neurólogo, y será él quien solicite la exploración y, juntamente con otras pruebas como la de la neuroimagen, haga el diagnóstico final.