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Osho dice...

jueves, 16 de septiembre de 2010 Leave a Comment


¿Cuál es la relación entre amor y responsabilidad? Mi madre lleva años en un asilo y puede morir en cualquier momento. Siento que debería haber pasado más tiempo con ella, pero por otra parte me da la impresión de que sería una carga para mí. 

No existe relación entre amor y responsabilidad, porque el amor es responsabilidad. Pero hay que comprender bien la palabra, lo que significa.
Insisto en el significado de la palabra. Responsabilidad significa la capacidad de responder. No quiere decir nada acerca de deber. Responsabilidad -la raíz de la palabra- significa ser sensible. ¡El amor es una respuesta! Cuando el otro llama, tú estás dispuesto. Cuando el otro te invita, entras en él. Cuando el otro no te invita, no interfieres y no te extralimitas. Cuando el otro canta, tú cantas en respuesta. Cuando el otro te da su mano, tú la tomas con una profunda respuesta.

Responsabilidad significa estar abierto y disponible para responder. Alguien llama y tú no respondes, permaneces cerrado. Alguien quiere amarte pero tú no pones nada de tu parte, no cooperas; en lugar de ello creas barreras frente al amor. En el sentido que tú le das, el amor no tiene ninguna responsabilidad. Esa palabra se ha corrompido, envenenado y destruido. Una madre le dice a su hijo: "Soy tu madre; has de hacerte responsable de mí". El esposo dice: "Soy tu esposo y he trabajado duro para ti; ahora has de hacerte responsable de mí". Un padre le dice a su hijo: "¡No seas irresponsable! Hagas lo que hagas piensa en mí". Eso no es responsabilidad. Habéis corrompido esa hermosa palabra, se ha vuelto horrible. Responsabilidad se ha convertido casi en sinónimo de deber, y el deber es una fea palabra.

El amor es hermoso. Si amas a tu madre, la amas, pero eso no puede convertirse en un deber. Si es un deber sería mejor no quererla, porque el cumplimiento del deber no la satisfará. Y si cumples con tu deber porque es tu madre y te ha dado la vida, y cuidas de ella cuando está enferma, sentándote a su lado..., entonces esos cuidados se convierten en un deber, y tu mente guarda rencor. Te sientes sofocado; sientes que llevas una carga y estás esclavizado. Lo más probable es que te rebeles. Si tu madre muere, puede que no se lo digas a nadie, pero seguramente te sentirás aliviado.

¿Qué clase de responsabilidad es esa que, cuando una madre muere, el hijo siente alivio? Claro que llora y gime. No se trata de que ante los demás se ponga a llorar y gemir; de hecho, si hubieses amado realmente a tu madre es posible que no derramases lágrimas. Pero no la has querido, y ahora has perdido la oportunidad. ¡Nunca has amado a tu madre y ahora se ha ido! De ahí las lágrimas, tanto llanto y gemido.

Es algo patológico y nada saludable. Si realmente hubieras amado a tu madre, ¿para que llorar y gemir? Se ha ido. Te rodea un profundo silencio. En ese profundo silencio empiezas a comprender la muerte y te haces consciente de la tuya propia.

Cuando mueren tu padre o tu madre es una indicación de que tú también morirás; entonces te implicas con la muerte. Trata de comprenderlo.

Mientras tu madre estuvo viva te ayudó a comprender la vida. Ahora que se ha ido, te ha abierto otra puerta, la de la muerte, para que mires en su interior, porque ella se ha ido y tú tendrás que seguirla. Si has amado a una persona, cuando desaparece no sientes alivio, y no lloras ni gimes. Instalado en un profundo silencio aceptas el hecho, la impotencia que sientes, y el amor continúa, porque el amor no se acaba con el cuerpo, el amor no acaba con la mente. El amor sigue fluyendo.

No, no preguntes por la relación entre amor y responsabilidad, pues no existe. Cuando existe amor surge la responsabilidad. Cuando no hay amor uno empieza a hablar de deber. Cuando existe amor, el amor en sí mismo es responsabilidad.

- El libro de la vida y la muerte