Síndrome del cuidador
miércoles, 25 de noviembre de 2009
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En España actualmente hay cerca de 600.000 enfermos de Alzheimer, siendo la primera entre las enfermedades neurodegenerativas, así como la primera causa de demencia en la población anciana. El 65% de los familiares que cuidan directamente al enfermo sufrirán cambios sustanciales en sus vidas y una importante merma de su salud física o psíquica, llegando el 20% a desarrollar un cuadro intenso conocido como "Burn-Out" o del cuidador-quemado.
Para valorar adecuadamente el impacto familiar y personal del hecho de cuidar debemos considerar que se trata de un patología neurológica crónica (la supervivencia media actual al diagnóstico es de 8 a 14 años), incurable hoy día (los fármacos anticolinesterásicos solo son eficaces para paliar temporalmente algunos síntomas en las fases inicial y media de la enfermedad, pero no en las fases media-avanzada, avanzada o terminal) y degenerativa es decir cuyos síntomas siempre irán a peor y tendentes a la invalidez funcional del paciente, por lo que cada vez es mayor la dependencia de sus cuidadores y exige una dedicación más y más exclusiva.
El cuidador principal de un enfermo de Alzheimer suele ser en España una mujer, hijas o cónyuge del enfermo, que actúa generalmente en solitario ya que rara es la familia en la que sus miembros trabajen realmente equitativamente "en equipo" a la hora de cuidar al enfermo. Este cuidador principal va asumiendo paulatinamente la mayor parte de las tareas del cuidar, hasta llegar realmente a no hacer casi otra cosa en su vida personal sino dedicarse 24 horas al día a esta labor.
El síndrome del cuidador quemado o burn-out fue primeramente descrito en Estados Unidos en 1974. Consiste en un profundo desgaste emocional y físico que experimenta la persona que convive y cuida a un enfermo crónico incurable tal como el enfermo de Alzheimer. El cuidador que puede sufrirlo es aquel que llega a dedicarle casi todo su tiempo (incluso dejando de trabajar para cuidarle), generalmente en solitario (aunque haya otros familiares que suelen "lavarse las manos" y mantenerse en la periferia), durante ya muchos años y con estrategias pasivas e inadecuadas de resolución de problemas.
El síndrome del cuidador quemado o burn-out fue primeramente descrito en Estados Unidos en 1974. Consiste en un profundo desgaste emocional y físico que experimenta la persona que convive y cuida a un enfermo crónico incurable tal como el enfermo de Alzheimer. El cuidador que puede sufrirlo es aquel que llega a dedicarle casi todo su tiempo (incluso dejando de trabajar para cuidarle), generalmente en solitario (aunque haya otros familiares que suelen "lavarse las manos" y mantenerse en la periferia), durante ya muchos años y con estrategias pasivas e inadecuadas de resolución de problemas.
Se considera producido por el estrés continuado de tipo crónico (no el de tipo agudo de una situación puntual) en un batallar diario contra la enfermedad con tareas monótonas y repetitivas, con sensación de falta de control sobre el resultado final de esta labor, y que puede agotar las reservas psicofísicas del cuidador.
Incluye desarrollar actitudes y sentimientos negativos hacia los enfermos a los que se cuida, desmotivación, depresiòn-angustia, trastornos psicosomáticos, fatiga y agotamiento no ligado al esfuerzo, irritabilidad, despersonalización y deshumanización, comportamientos esterotipados con ineficiencia en resolver los problemas reales, agobio continuado con sentimientos de ser desbordado por la situación (Rodríguez del Álamo, 2002).
Se pueden hacer una serie de propuestas útiles a la hora de desarrollar programas institucionales para "cuidar al cuidador":
1. Aceptar que estas reacciones de agotamiento son frecuentes e incluso y previsibles en un cuidador. Son reacciones normales ante una situación "límite", pero que necesitan apoyo.
2. No olvidarse de sí mismo, poniéndose siempre en segundo lugar. El "autosacrificio total" no tiene sentido.
3. Pedir ayuda personal al detectar estos signos, no ocultarlos por miedo a asumir que "se está al límite de sus fuerzas" ni tampoco por culpa de no ser un super-cuidador.
4. No temer acudir a un profesional (psiquiatra o psicólogo) y a grupos de auto-ayuda (GAMA) de asociaciones de afectados por la enfermedad de Alzheimer que resultan ser muy eficaces.
5. Aprender técnicas de relajación psicofísica, visualización distractiva, Yoga, etc.
6. Solicitar información y formación adecuada sobre aspectos médicos de la enfermedad (evolución futura, previsión de complicaciones, medicación) y conocimientos prácticos para enfrentar los problemas derivados tales como nutrición, higiene, adaptación del hogar, movilizaciones del paciente, etc. Todo ello incrementa el sentimiento de control y de eficacia personal.
7. Marcarse objetivos reales, a corto plazo y factibles en las tareas del cuidar. No mantener expectativas irreales ("El enfermo no va a empeorar más de lo que está"), ni tampoco ideas omnipotentes sobre uno ("Voy a solucionar todos los problemas yo sólo").
8. Ser capaz de delegar tareas en otros familiares o personal contratado (sanitario o del hogar). No creerse imprescindible.
9. Mantenerse automotivado a largo plazo, auto reforzarse en los éxitos, felicitándose a sí mismo por todo lo bueno que va haciendo.
10. No fijarse sólo en las deficiencias y fallos que se tengan.
11. Cuidar especialmente los propios descansos y la propia alimentación: parar 10 minutos cada dos horas, dormir las horas suficientes y mantener una dieta adecuada.
12. Tomarse también cada día una hora para realizar los asuntos propios. Asimismo permitirse un merecido descanso diario o semanal, fuera del contacto directo con el enfermo.
13. Si se puede, realizar ejercicio físico todos los días, ya que elimina toxinas corporales y despeja la mente.
14. Evitar el aislamiento: obligarse a mantener el contacto con amigos y otros familiares. Salir de la casa con otras personas, no quedarse "enclaustrado". Los vínculos afectivos cálidos amortiguan el estrés.
15. Saber poner límite a las demandas excesivas del paciente; hay que saber decir NO, sin sentirse culpable por ello (asertivitad).
16. Expresar abiertamente a otros las frustraciones, temores o propios resentimientos, es un escape emocional siempre beneficioso.
17. Planificar las actividades de la semana y del día. Establecer prioridades de tareas, diferenciando lo urgente de lo importante. Decidir qué cosas no va a poder realizarlas con bastante probabilidad. La falta de tiempo es una de las primeras causas de agobio.
18. Promocionar la independencia del paciente. No debe realizar el cuidador lo que el enfermo pueda hacer por sí mismo, aunque lo haga lento o mal.
19. Usar Centros de día, Residencias de respiro temporal, o Personal contratado de asistencia domiciliaria.
Fuente: Tuotromedico.com
18. Promocionar la independencia del paciente. No debe realizar el cuidador lo que el enfermo pueda hacer por sí mismo, aunque lo haga lento o mal.
19. Usar Centros de día, Residencias de respiro temporal, o Personal contratado de asistencia domiciliaria.
Fuente: Tuotromedico.com
Juan · 787 weeks ago
Yoly · 784 weeks ago
He subido 30 kg por la ansiedad permanente, duermo con pesadillas casi constante por miedo a que mi pariente se lastime mientras estoy durmiendo, a veces paso por unos estados de miedo terribles en donde me paralizo y comienzo a sudar frío y me viene taquicardia.
Pero la sociedad ha decidido que no hay suficiente lugar en el mundo para el enfermo y para su cuidador, que no merecen ambos un espacio en la vida, que sólo cabe uno. Así pues se compara, y se elige al "más enfermo" en detrimento del otro, que queda eclipsado enfermándose progresivamente hasta que ya es tarde. Como pasó con mi madre, que ya a lo último fantaseaba cosas y se las creía y estaba totalmente fuera de la realidad, abandonó su persona y murió joven de un infarto.
No quisiera decirlo pero siento que ahora me toca a mí seguir sus huellas.
Por eso no quise traer hijos al mundo. No por temor a que naciera discapacitado, sino por temor a que naciera sano y se quemara una tercera generación por convertirse en cuidador igual que mi madre antes, igual que yo ahora.
No sentí que tuviera elección alguna más que tomar empleos precarios y salteados para poder atender a mi pariente, por lo que ahora sé que cuando sea mayor no tendré futuro ni jubilación alguna por haber dedicado la vida a ser cuidadora sin elección.
No me gustan las "frases de sobrecito de azúcar" como escuché decir por ahí. Esta es mi verdad, y ojalá que no caiga en el vacío y alguien al menos la escuche para que no me sienta tan sola ni amordazada.
Yanteh · 746 weeks ago
Patricia · 742 weeks ago
grace · 731 weeks ago
Mis 4 hermanos, 3 hombres y una mujer, literalmente desaparecieron, supongo que les dio pánico el tener que enfrentar lo que venía. Mi madre absorbe cada segundo de mi vida, de día y de noche, porque duerme demasiado poco, por lo que mis horas de sueño son contadas. Me he descuidado mucho en mi apariencia personal, ya perdí a todos mis amigos, mi vida social es cosa del pasado, algo que se fue y tal vez no volverá. Comparto con otros cuidadores, ese doble sentimiento de amor y culpabilidad, porque amo a mi madre, pero con frecuencia pasa por mi mente el deseo de que Dios se la lleve. El cansancio es grande, a pesar de que muchas veces siento que no he trabajado tanto, para el nivel de agotamiento que siento.
Soy divorciada, antes de esta situación tenía una vida que compartía con mis hijos, pero ellos ya crecieron y ahora estoy sola, con una carga tan pesada, que siempre llevo un ardor en mis hombros, un dolor en la parte baja de la espalda y un vacío en el corazón. Me siento culpable porque he pedido a Dios que se la lleve, estoy segura de que ella me habría cuidado con mucho espero si fuera yo la enferma, pero por su situación mental, cada día se hace más dependiente de mí, de modo que necesita que yo esté siempre a su lado, si me alejo por un momento, empieza a llamarme a gritos, con otros nombres, porque no se acuerda del mío. Me preocupa mucho mi vida futura, pensando cuánto va a durar esta situación, cuál será mi condición económica y física después de esto, o si moriré yo primero. De solo pensar en dejarla en un asilo, se me desata un gran sentimiento de culpa, pero por otro lado esos lugares suelen tener un costo elevado, por lo que es otra opción que se cierra. Incluso en ocasiones me he encontrado haciéndome la pregunta de si no sería mejor que nos muriéramos las dos juntas, porque no quiero llegar a ser una carga para mis hijos en un futuro, lo he pensado muy seguido y tal vez sea una solución. Sé que estoy hablando al aire, porque la solución a mi problema no va a venir por este medio, ni tampoco va a caer del cielo, esta es solo una forma de desahogarme, quizá la única, por ahora.
Ya ni siquiera rezo, de qué vale? veo también que son muchas las personas que se encuentran en una situación similar, tal vez con estos comentarios, alguien con poder para cambiar las cosas haga algo en verdad efectivo en un futuro y mis hijos no tengan que cargar una cruz tan pesada. No entiendo cómo los gobiernos se empeñan en hacer esfuerzos para que las personas duren más años, si alguien en estas condiciones no tiene calidad de vida, ni siquiera entienden nada, no saben el daño que le están causando a alguien que los ama. Yo a esto le llamaría calidad de muerte, porque dos personas van muriendo poco a poco, si no es que una de las dos, pierde por un momento la razón y adelanta el proceso, mientras una sociedad entera, cierra los ojos, a la espera de que les llegue su turno, para convertirse en una de las partes… o el que huye para evadir su responsabilidad y cargarla sobre otro.
Les deseo paz en sus vidas y también pronto alivio de sus cargas, por el camino que sea.
Rose · 700 weeks ago
Laura · 686 weeks ago
Guillermo · 641 weeks ago
Angel · 630 weeks ago
Gracias, un abrazo
Angel · 630 weeks ago
Gracias , un abrazo
Cristina López Soto · 602 weeks ago
Gracias a todos
Prefiero no darlo · 586 weeks ago
silvia fernandez · 572 weeks ago
LUIS MURCIA · 477 weeks ago
Freddy Cantil · 451 weeks ago
Ainhoa · 445 weeks ago
Rosy · 432 weeks ago
A veces veo en Facebook jóvenes que dicen: Quiero que mi mamá dure 100 años y yo digo para mis adentros, que llegue a los 100 pero con una mente lúcida, con independencia motora y con dinero suficiente para que se costee sus gastos de médicos y medicinas.
De verdad que esto de ser cuidador no todo el mundo nació para esto, yo reconozco que no tengo paciencia Somos dos hermanas. Yo soy la mayor y la otra ni siquiera llama por teléfono. Yo pareciera hija única.
Creo que muchas personas que NO son cuidadoras juzgan a la ligera el suplicio que significa cuidar a los ancianos.
Aprecio a todos los que han escrito en este blog. No es tarea fácil.
Jose · 424 weeks ago
Es muy duro tener un padre o una madre que cada día que pasa ves que le cuesta más recordar, y que su humor se va agriando a la vez que el tuyo.
Yo he tenido un padre con parkinson , y mi abuela con alzheimer y lo entiendo lo que se pasa
También os puedo comentar, que la cúrcuma puede ser de ayuda en este tipo de enfermedades degenerativas, tanto al que la sufre , como al que la cuida , infórmate en este articulo sobre la curcuma y alzheimer, merece la pena.
MontseArnau 1p · 417 weeks ago
Ha sido duro, un inicio drástico. Con alucionaciones por las noches, lloros incontrolables y agresiones físicas.
Ahora, con medicación antipsicótica hemos conseguido que las noches no sean tan duras
Pero los días.... siempre de mal humor. Si estoy pendiente, lo estoy demasiado. Si no, no le hago caso.
Mi padre tiene cáncer y soy hija única, con un niño de 8 años.
Estamos intentando organizarnos. Ella quiere separarse de mi padre, puesto que dice que le ha dado una mala vida. Y qué hacemos? Hasta ahora ella ha vivido conmigo (llevamos 1 mes) pero quiere volver a casa y sola.
Es desesperante. No entra en razón. Y ahora mismo no veo final a todo el mal trago,
En todo caso ha sido un alivio encontraros y poder desahogarme.
Un saludo
Montse
jugarya · 393 weeks ago
promotores · 391 weeks ago
Alberto · 356 weeks ago
Mi mujer ha ido siguiendo todos los pasos que se describen para esta enfermedad. Pérdida ligera de memoria al principio, que poco a poco fue haciéndose mayor, olvido de las actividades diarias normales, dejar de conocerme, actitudes violentas con acusaciones de haberme introducido en su casa para robarle, golpes (retiré de la casa todos los objetos peligrosos, cuchillos, tijeras y objetos contundentes para evitar agresiones mayores), etc. Después llegó el no reconocimiento de nuestra casa y el no querer estar en ella, etc. Yo dejé mi trabajo hace ya 10 años para dedicarme exclusivamente a ella.
En esa época comencé a asistir a una Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer y eso me sirvió de mucha ayuda. Lo primero, porque puedes explicar todos tus problemas con la confianza de que todas las personas presentes van a comprenderte y te vas a sentir apoyado, cosa que no ocurre si lo explicas a personas que no tienen ninguna experiencia en casos así. Y lo que más me ha ayudado, es que cuando otras personas que atendían a enfermos más avanzados contaban sus problemas, aprendías mucho de las situaciones que posiblemente se iban a presentar y estabas ya muy preparado mentalmente para afrontarlas.
Hace 3 años conseguí llevarla a un centro de día y ya me quedaba algo de tiempo para relajarme, aunque al poco tiempo tuve que empezar a acudir a hacerme cargo de ella porque tampoco quería estar allí y a base de pequeños engaños conseguía devolverla al centro.
Hace ya más de un año que ingresó en una residencia y ahora voy a verla todos los días y aunque ya no me reconoce ni habla nada, excepto algunas cosas ininteligibles, disfruto paseando con ella y contándole todas las cosas que se me ocurren.
zonia · 352 weeks ago